ABRIL
AÑO NUEVO
AUTOBIOGRAFÍA
BENDICIÓN A SEVILLA
CÓMO ESCRIBIR COMEDIA
CUANDO NACEN LOS BESOS EN EL ALMA
DE AQUEL AMOR GUARDO SIEMPRE…
DOLOR DE DOLORES
GUADALQUIVIR
INSTANTES
LA ACCIÓN, EN ANDALUCÍA…
LA MEJOR COPLA
LA ROSA DEL JARDINERO
LA SIESTA
NOS HASEMOS ILUSIONES…
POR TU CARA REBONITA...
QUISERA SER EL AIRE QUE AMOROSO…
SEVILLANAS PARA EL ROCÍO
TODAS LAS FLORES DER CAMPO…
ABRIL
Con sus nieves y aguas mil
al invierno el sol destierra;
suspira alegre la tierra
y ese suspiro es abril.
¡Abril!, el primer albor
de la mañana en el cielo;
¡abril!, el primer anhelo;
¡abril!, la primera flor.
El primer ímpetu ardiente
de la vida, antes en calma;
el primer grito en el alma;
el primer sueño en la frente.
Abril es por maravilla
flor de eterna juventud;
abril es fuerza y salud;
abril sabe a manzanilla.
Abril es aura que cruza
entre flores a escoger;
abril es una mujer,
y una mujer andaluza.
Abril ama, sueña, engríe
canta, bulle y alborota;
abril es clavel que brota,
abril es boca que ríe.
¡Abril! ¿A quién no has dejado
el recuerdo de un amor
y las hojas de una flor
en el libro más preciado?
AÑO NUEVO
De su ventana, tras el verde herraje,
entre flores de invierno prisionera,
una mujer, humana primavera,
teje, soñando, delicado encaje.
Sus manos, palomitas sin plumaje,
hacen labor paciente y duradera,
y su alma, mariposa volandera,
libre va de un paraje a otro paraje.
Se lleva un año muertas ilusiones:
ni amor de novio, ni amistad de amigo...
¿Dónde están los amantes corazones?
Y entristecida, y sola, y sin testigo,
piensa, al calor de ocultas emociones:
"¡Ven, Año Nuevo! ¡Y el amor contigo!"
AUTOBIOGRAFÍA
Nacimos entre espigas y olivares.
El uno esperó al otro en la lactancia,
y en el primer pinito de la infancia
ya escribimos comedias y cantares.
Después… libros y novias y billares
(¡memorias que iluminan la distancia!)
luego? una juventud, cuya fragancia
envenenan agobios y pesares.
Fuimos… cuanto hay que ser: covachuelistas,
estudiantes, ”diablillos” editores,
críticos, “pintamonos”, retratistas…
Y hoy como ayer, sencillos escritores
que siguen, a la luz de sus conquistas,
sembrando sueños por que nazcan flores.
BENDICIÓN A SEVILLA
Tierra de nuestro amor: ¡Dios te bendiga!
Que en tu glorioso porvenir risueño
nunca te falten ni voz amiga
ni hilos de luz en que tejer un sueño.
Que fecundes tus campos sin fatiga;
que al Arte mires como a esclavo y dueño,
y hagas oro del grano de la espiga,
y hagas un Cristo de Pasión de un leño.
Que tus risas mitiguen tus dolores;
que aun donde no las siembres, nazcan flores:
que halles siempre en tu fe paz y consuelo,
y que en tu noche perfumada y bella,
por mandato de Dios, baje una estrella
y bese a la Giralda y vuelva al cielo.
CÓMO ESCRIBIR COMEDIA
Se elige un tema, que brotó en la mente
al soplo de una historia conocida,
como la sangre roja de una herida
o como el agua clara de la fuente.
Se infunde luego, con amor consciente,
en la ficción que habrá de darle vida.
Se hace nacer a gente no nacida,
se estudian sus pasiones y el ambiente.
Y a dialogar sin mañas ni resabios:
a que al choque fecundo de las almas
salgan, hechas palabras, por los labios?
Y a soñar con Ristoris y con Talmas,
y a que digan los simples y los sabios,
Y a que sueñen los picos y las palmas.
CUANDO NACEN LOS BESOS EN EL ALMA
Cuando nacen los besos en el alma,
nacen para buscar
a unos besos que buscan a esos otros,
sin saber donde están.
Y cuando no se encuentran y se funden
en uno cada dos,
se consume su esencia delicada
en un ¡ay! de dolor
Esa nota doliente es el suspiro
que lanzamos tal vez,
y en el aire del suspiro es el aliento
del beso que se fue.
En mi alma nacen besos que a otros buscan
y que mueren así...
Yo sé que los que quieren son los tuyos:
¡guárdalos para mí!
DE AQUEL AMOR GUARDO SIEMPRE…
De aquel amor guardo siempre,
como reliquias sagradas
una rosa y un recuerdo
un suspiro y una lágrima.
Misterios de mi ternura:
guardo lo que nadie guarda.
Óyeme: duerme la rosa
de un libro en las hojas pálidas
la contemplo, y de tu imagen
nace el recuerdo del alma;
y del recuerdo, el suspiro;
y del suspiro, la lágrima.
DOLOR DE DOLORES
I
-Dime: ¿por qué as ese llanto?
-Por una ilusión perdida
por una reciente herida,
por un nuevo desencanto...
Pues no llores más... y olvida.
II
-¿Por qué lloras, flor de flores?
-Porque el que era dueño mío,
el que me hablaba de amores,
me hiere con un desvío...
-Pues olvídalo... y no llores.
III
-¿Por qué sollozas ahora?
-¡Ay! Ya no alumbra la aurora
ni dará. flores mi huerto...
Lloro por mi niño muerto...
-Pues no lo olvides... y llora.
GUADALQUIVIR
En su nacimiento, en Cazorla.
¡Detente aquí, viajero! En estas peñas
nace el que es y será rey de los ríos,
entre pinos gigantes y bravíos,
que arrullan su nacer y ásperas breñas.
El reflejo otro tiempo las enseñas,
las armas, los corceles y atavíos
de razas imperiosas, cuyos bríos
postráronse en sus márgenes risueñas
ensancha entre olivos y trigales,
y al mar corre a rendirle sus cristales.
Mas coma lleva sal de Andalucía,
sus aguas vuelve a las del mar iguales,
para llegar mas lejos todavía...
Y así van sus caudales,
triunfantes en el seno de las olas,
a las playas de América españolas.
INSTANTES
Te beso, y como el agua de la roca
hago saltar ternuras de tu boca
me pides una rima, ya está hecha,
es no más que tu nombre y una flecha.
Vuelve a soñar, soñador,
que también pueden nacer flores
donde se entierra un amor.
Si pudiera estar mirando
tus ojos continuamente
¡cómo se irían borrando
las arrugas de mi frente!
Yo no sé lo que daría
por olvidar lo que sé
y sin embargo, querría
saber lo que no sabré.
Por alejar de mi mente
lo que me aleja de ti,
quisiera no estar en mí
cuando tú no estás presente
.
Aunque se suele igualar
en la copla popular
a la mariposa loca
en que vuela sin parar
¡quién escribiera un cantar
que se posara en tu boca
y no quisiera volar!
En pensar en tu belleza
tengo mi mayor contento
y en el mismo pensamiento
tengo mi mayor tristeza.
En mi mesa de labor
gusto siempre de tener
una cuartilla, una flor
y una carta de mujer;
la carta me hace soñar,
la cuartilla sonreír,
la flor... tal vez comparar
y las tres cosas, vivir.
Enfermo estaba de un mal
con que la ciencia no atina
y en tu boca de coral
encontré la medicina.
Callo, cuando estoy contigo,
por el encanto de oírte
y te digo y no te digo
lo que quisiera decirte.
Tu frente en que me recreo
es hoja blanca no escrita
donde sin palabras leo
mi lectura favorita.
Cuando me veo a tu lado
quisiera que de repente
el porvenir y el pasado
pudieran ser el presente.
No te veo y no deseo
mas que ir a verte y hablarte
y te veo y nunca te veo
al momento de dejarte.
Miraba al cielo pensando
que de ti me separaba
y me sorprendí llorando
de pensar lo que pensaba.
Ojos de armiño y terciopelo
cuando me miro en vuestra llama;
si hay en lo humano gloria o cielo,
yo sé en verdad cómo se llama.
Me alegro de ser quien soy
cuanto te miro llorando,
llorando porque me voy.
LA ACCIÓN, EN ANDALUCÍA…
La acción, en Andalucía
Sevilla, calle Alminar.
Salita fresca y sombría;
menaje de buen pasar;
hora, la del mediodía.
Una puerta para entrar,
ventana con celosía...
y pare usted de contar.
LA MEJOR COPLA
En el descanso de una jornada,
que si fue dura, si fue sangrienta,
por ha Victoria fue coronada,
junta a la hoguera que los calienta,
enardecidos y decidores
con fe en la vida y alma contenta,
varios soldados cantan amores,
como quien quiere buscando flores
borrar el daño de la tormenta.
Harto seguro de su donaire,
toca uno de ellos una guitarra,
y una garganta que se desgarra
lanza esta copla, que roba el aire:
La heridita que me han hecho
es chiquitita y es roja:
¡bendiga Dios esta herida,
que me recuerda tu boca!
Con recios gritos y ¡oles! ardientes
al que ha cantado premia el cornillo:
porque la copla lleva a las frentes,
en su lenguaje puro y sencillo
la imagen viva de las ausentes
cuyo retrato guarda el hatillo.
Y aun no repuestos los campeones
de esta alegría que en sentimiento
tiene anegados los corazones
cuando quejosa como un lamento
de ha vihuela siempre a los sones,
salta otra copla que roba el viento:
Aquel base de mi madre me
dio miedo de la guerra,
y en la guerra soy valiente
por devolvérselo a ella
¡Amor de madre! Rico tesoro
que late dentro de las entrañas,
como en el centro de las montañas
oculto el oro:
al evocarte con voz dolida,
sienten los héroes como encendida
sobre su rostro la intensa huella
de aquellos besos de despedida
que da tan sólo la boca de ella.
En algún pecho brota un sollozo;
algunos ojos anubla el llanto;
y al advertirlo sagaz el mozo
de las cantares, por el quebranto
volver en gozo,
para la patria tiene este canto:
Que cuál patria era su patria
le preguntaron a Dios,
y sin pararse a pensarlo,
Él dijo que era español.
Estallan risas frescas y locas
de honda alegría;
gritan a un tiempo todas las bocas,
y amortiguando la algarabía
con su apostura serena y pía,
pasa una virgen de blancas tocas.
Lleva en sus ojos, dulces y bellos,
por el insomnio martirizados
de amor cristiano dulces destellos;
lleva sus dedos ensangrentados,
porque amorosos tocaron ellos
en las heridas de los soldados.
¡Amor de todos! Este as su emblema,
éste es su norte y éste su aliento,
y amando a todos viva el poema
de la ternura y el sufrimiento.
La mira el mozo, su ardor extrema,
y con el alma puesta en su acento,
canta esta copla, que luego el viento
lleva a más alta región suprema:
La caridad no pregunta
ni las nombres ni las tierras:
como la mar llama al río,
el llanto la llama a ella.
Canto de penas del mundo entero,
por generoso, por lastimero,
conmueve a todos... Noble y augusta
sigue la hermana por el sendero.
Y otro muchacho dice al coplero
con voz velada, pero robusta:
-Tengo una patria por la que muero,
tengo una novia que es un lucero,
tengo una madre cristiana y justa,
y, sin embargo, mi compañero,.
ése es el canto que yo prefiero,
¡ésa es la copla que más me gusta!
LA ROSA DEL JARDINERO
Era un jardín sonriente;
era una tranquila fuente
de cristal;
era, a su borde asomada
una rosa inmaculada
de un rosal.
Era un viejo jardinero
que cuidaba con esmero
del vergel,
y era la rosa un tesoro
de más quilates que el oro
para él.
A la orilla de la fuente
un caballero pasó,
y la rosa dulcemente
de su tallo separó.
Y al notar el jardinero
que faltaba en el rosal,
cantaba así, plañidero,
receloso de su mal:
-Rosa la más delicada
que por mi amor cultivada
nunca fue;
rosa la más encendida
la más fragante y pulida
que cuidé;
blanca estrella que del cielo
curiosa del ver el suelo
resbaló;
a la que una mariposa
de mancharla temerosa
no llegó.
¿Quién te quiere? ¿Quién te llama
por tu bien o por tu mal?
¿Quién te llevó de la rama
que no estás en tu rosal?
¿Tú no sabes que es grosero
el mundo? ¿Que es traicionero
el amor?
¿Que no se aprecia en la vida
la pura miel escondida
en la flor?
¿Bajo qué cielo caíste?
¿A quién tu tesoro diste
virginal?
¿En qué manos te deshojas?
¿Qué aliento quema tus hojas
infernal?
¿Quién te cuida con esmero
como el viejo jardinero
te cuidó?
¿Quién por ti sólo suspira?
¿Quién te quiere? ¿Quién te mira
como yo?
¿Quién te miente que te ama
con fe y con ternura igual?
¿Quién te llevó de la rama,
que no estás en tu rosal?
¿Por qué te fuiste tan pura
de otra vida a la ventura
o al dolor?
¿Qué faltaba a tu recreo?
¿Qué a tu inocente deseo
soñador?
En la fuente limpia y clara
¿espejo que te copiara
no te di?
¿Los pájaros escondidos,
no cantaban en sus nidos
para ti?
¿Cuando era el aire de fuego,
no refresqué con mi riego
tu calor?
¿No te dio mi trato amigo
en las heladas abrigo
protector?
¿Quién para sí te reclama?
¿Te hará bien o te hará mal?
¿Quién te llevó de la rama
que no estás en tu rosal?
......
Así un día y otro día,
entre espinas y entre flores,
el jardinero plañía,
imaginando dolores,
desde aquél en que a la fuente
un caballero llegó,
y la rosa dulcemente
de su tallo separó.
LA SIESTA
En un rincón de un patio fresco y ameno,
que alegran y perfuman aves y flores,
una niña morena, que tiene amores,
duerme, puestas las manos sobre su seno.
.
Sueña, y al grato hechizo de cuanto mira
a través de la bruma de lo soñado,
se dilata su seno blanco y rosado,
y su boca de grana se abre y suspira.
Luz del alma ilumina su rostro hermoso:
se encienden sus mejillas, tiembla y sonríe,
y más con lo que sueña su amor se engríe,
y es cada vez su aliento más anheloso...
Murmura luego su nombre: nadie contesta...
Abre sus ojos negros con mudo espanto,
y al ver de sus quimeras roto el espanto
volviendo al sueño dice: ¡Bendita siesta!
NOS HASEMOS ILUSIONES…
Nos hasemos ilusiones…
de separarnos tú y yo,
y hay un hilito invisible
que nos amarra a los dos.
Tienes una boca
que seria quita er sentío,
y si te ríes, disloca.
POR TU CARA REBONITA...
Por tu cara rebonita
te he comparao mi amó
a la primera estreyita
que sale ar ponerse er só
Tienes unos dientes
como chinitas de río
limpitos y relucientes.
QUISERA SER EL AIRE QUE AMOROSO…
Quisiera ser el aire que amoroso
se mezcla en tus suspiros y en tu aliento;
quisiera ser la luz de tu aposento,
de todas tus miradas codicioso.
Quisiera ser el eco misterioso
que recoge su música a tu acento;
y tu imán para todo movimiento,
y tu tranquilo lecho de reposo.
Quisiera ser el alma de tu vida
y tu sangre de tus venas extendidas,
por ser todo en tu ser y en tu belleza.
Y por verme feliz y a ti dichosa,
devolviendo a tu cuerpo la pureza,
quisiera ser el Dios que te hizo hermosa.
SEVILLANAS PARA EL ROCÍO
La marisma se llena
del sol de Mayo
y recibe a la Virgen
bajo su palio.
Y el sol la besa
encendiendo en el día
tan blanca estrella.
La Virgen del Rocío
marcha a su ermita
porque el aire la pone
muy morenita.
Y es una broma
que no puedan llamarla
"BLANCA PALOMA".
Yo voy a estar cantando
tantos cantares
como mi vestido
tiene lunares...
Y voy a cantar
hasta que en su volantes
no quede un lunar.
En su falda lunares
y en su pañuelo;
lunares en su cara
y hasta en el cielo;
que las estrellas
son lunares que tienen
las noches bellas.
En los vuelos graciosos
de mis volantes,
me traigo los suspiros
de cien amantes.
Paloma mía
dime Tú cual merece
mi compañía.
TODAS LAS FLORES DER CAMPO…
Todas las flores der campo
ze han puesto er traje de gala,
y tambien er zó se ha puesto
zu corana de oro y plata.
En er cielo está la luna
y laz estreyas más claras
y una alondra por loz aires
va cantando estas palabras:
A la puerta de un palacio
yegó una roza lunaria
y el zeñorito don Julio
ze enamoró de mirarla.
Le dijo que la quería
por hermoza y por cristiana
y ella ze quitó una perla:
le mandó que la guardara.
Zalió de la perla luego
una mariposa blanca
y azín le dijo a don Julio
Volando por la almohada:
Consolación será tuya
zi me cumples la palabra
de que ziempre haz de quererla
como a la Virgen zagrada.
y er zó ze vistió de oro
y la luna de oro y náca,
y todos los ruiseñores
cantaron en la enramada. |