Michel de Nôtre-Dame (14 de diciembre de 1503 – 2 de julio de 1566) o Miquèl de
Nostradama en occitano, fue un médico y consultor astrológico provenzal de
origen judío, considerado uno de los más renombrados autores de profecías y
eventos futuros. Su obra profética Las verdaderas centurias astrológicas y
profecías fue publicada por primera vez en 1555.
Desde la publicación del libro, muchas personas se han visto atraídas por sus
misteriosos versos (comúnmente escritos en cuartillas). La mayoría de sus
seguidores afirman categóricamente que Nostradamus predijo todas las catástrofes
del mundo, desde su época hasta el futuro año 3797, fecha en que supuso que
acontecerá el fin del mundo. También colaboró con la aristocracia francesa,
elaborando horóscopos para la reina Catalina de Médici, prediciendo
sorprendentemente la muerte del rey Enrique II y, finalmente, siendo asignado
como médico de la corte real por Carlos IX.
En contraste, muchas de las fuentes científicas afirman que la relación que
existe entre los eventos mundiales y Nostradamus, es resultado de las
traducciones e interpretaciones tendenciosas, con la finalidad de que coincidan
plenamente con los acontecimientos que ocurren día a día. Por lo tanto, no hay
evidencia cierta de que realmente Michel de Notredame haya hecho que las
predicciones que son tan anunciadas tengan una clara identificación a la postre
en el tiempo.
Interpretación de su obra
Relatos bibliográficos de la vida de Nostradamus afirman que temía ser
perseguido por hereje por la Inquisición, ya que muchos otros, quienes habían
publicado ideas polémicas en aquellos tiempos, habían sido torturados o quemados
en la hoguera.
Según algunos "intérpretes" de Nostradamus (porque según los escépticos no hay
nada que interpretar, son palabras que galopan en libertad) por esta razón, y
para evitar que alguien posteriormente cambiara el futuro utilizando sus
profecías, Nostradamus decidió volverlas extremadamente crípticas, con omisiones
de palabras clarificadoras que tal vez servían para respetar la métrica de la
poesía, con alusiones, con autorreferencia a otras partes de la profecía, con
frases enigmáticas, con apócopes, metátesis y breves anagramas. Las cuartetas
están cargadas de metáforas y de palabras griegas y latinas empleadas en un modo
muy particular de Nostradamus, algo muy similar al método de Jorge Luis Borges.
Probablemente debido a la oscuridad de sus cuartetas proféticas, éstas han
perdurado por siglos y han sido a menudo interpretadas de forma distinta por
diferentes estudiosos a lo largo de los años. Muchos libros han sido escritos
basándose en estas varias interpretaciones, a pesar de que las diversas
"lecturas" de su material han variado de una publicación a otra.
Preparación y métodos para la profecía
Sus estudios médicos incluyeron escritos hechos por Alberto Magnus, Paracelsus y
Cornelio Agrippa. Nostradamus poseía un libro sobre las claves de Salomón[cita
requerida] y estudió la cábala judía, la cual afirma que la reunión con el
Divino es posible a través del estudio del árbol de la vida, un camino místico
con diez niveles de conciencia. En Sicilia entró en contacto con los místicos
Sufi y leyó "El Elixir de la Extrema Felicidad", escrito por el maestro Sufi al-Ghazzali.
Nostradamus también estudió "De Mysteriis Aegyptorum" (los misterios egipcios),
un libro sobre magia caldea y asiria escrito por Jamblinchus (Jamblico, Iamblico),
un neo-platónico del siglo IV.
Centurias impresas en Turín en 1720.Nostradamus empleó varias técnicas para
entrar al estado meditativo necesario para acceder a futuras probabilidades.
Para entrar en estado de trance incluyó los antiguos métodos de contemplación de
la flama, contemplación del agua o incluso ambos simultáneamente. Estas técnicas
fueron diseñadas para detener la mente y así lograr ver internamente. También
usó una técnica de Branchus, el profeta délfico de Grecia, que consistía en
sentarse sobre un trípode de bronce y contemplar el interior de un bol de bronce
lleno con agua y varios aceites y especias. En su carta a Enrique II,
Nostradamus dice "he vaciado mi alma, cerebro y corazón de toda preocupación y
he logrado un estado de tranquilidad y quietud de la mente, los cuales son
requisitos para predecir a través del trípode de bronce". En la actualidad, a
diferencia de las épocas de extrema censura de Nostradamus, existen muchos
libros que explican métodos para entrar a través de ellos en estado meditativo o
"frecuencia cerebral theta".
Escepticismo
Los escépticos sostienen que su reputación como profeta ha sido construida por
intérpretes de nuestros tiempos, que hacen calzar sus palabras con eventos que
ya se han verificado o que son tan cercanos que pueden ser considerados como
inevitables, un proceso conocido como "precognición retroactiva". Hay quienes
sostienen que ninguna cuarteta de Nostradamus ha sido interpretada antes de que
un determinado acontecimiento previsto por ésta se haya cumplido, o son de
significado muy genérico (por ejemplo: habrá un incendio en occidente, comenzará
una guerra espantosa en oriente).
Una buena demostración de este sistema de predicción flexible consiste en tomar
estrofas escritas por poetas o compositores modernos (p.ej. Bob Dylan) y mostrar
cómo parecen igualmente "proféticas". Se pueden usar una serie de trucos para
hacer profecías (no sólo con Nostradamus, sino también con la Biblia, por
ejemplo), tales como hacer profecías ambiguas, profetizar hechos que suelen
ocurrir a menudo, etc.
Algunos estudiosos creen que Nostradamus escribía no como profeta, sino para
comentar eventos que pertenecían a sus tiempos, escribiendo en su modo elusivo -
usando una lengua críptica y metafórica - para evitar persecuciones. Esto sería
parecido a la interpretación preterística del Apocalipsis de San Juan; tal vez
quería simplemente escribir a propósito de eventos contemporáneos, pero con el
pasar del tiempo sus escrituras fueron interpretadas como profecías.
La mayor parte de las cuartetas tratan sobre desastres de varios tipos, que
incluyen epidemias, terremotos, guerras, inundaciones, asesinatos, aridez de la
tierra, batallas y otros temas parecidos.
Algunas profecías son genéricas, sin precisar lugares y fechas; otras parecen
tratarse de un personaje o de un pequeño grupo de personas. Algunas se refieren
a un solo pueblo o ciudad, otras enumeran poblaciones diferentes.
Interpretaciòn de Echeverri Uraburu
Una de las más recientes interpretaciones de las profecías de Nostradamus es la
de Gonzalo Echeverri Uruburu, quien propone que el profeta francés, en más de
160 de sus profecías, predice para nuestros días una gran guerra entre el Islam
y el Occidente. Dicho intérprete se basa en una exégesis contextual, es decir,
que considera las profecías no aisladamente como generalmente se ha hecho, sino
en conjunto. A pesar de la evidente oscuridad de las profecías, hay cuartetas
que ciertamente parecen indicar una invasión islámica a Europa, como la que
predice por ejemplo la invasión a España en estos términos: "De la comarca de la
Arabia Feliz / nacerá un Maestro de la ley de Mahoma / que viajará a España y
conquistará Granada / y luego por mar al pueblo ligústico" (V-55 ).
En otra, usando una sinécdoque, un recurso literario preferido por el profeta,
éste vaticina la invasión de Irán al oriente de Europa: "Llama ardiente será
vista en el cielo de noche / cerca del fin y principio del Ródano, / hambre,
espada, tarde el socorro previsto, / Persia vuelve a invadir Macedonia" (II-
96).
En VIII -15 se habla de "Masas de hombres se dirigirán con grandes esfuerzos
hacia el Norte / para turbar a Europa y a casi todo el mundo..."
Se predice igualmente la aparición de un gran guerrero musulmán que, procedente
del Asia Central, llegará a atacar a Francia después de conquistar a Estambul:
"Del Mar Negro y de la Gran Tartaria / un rey llegará para ver la Galia /
atravesará Rusia y Armenia / y dejará en Bizancio una vara sangrante (estandarte
de guerra)" en V-54.
En II-4 se habla del saqueo de las costas italianas: "Desde Mónaco hasta más
allá de Sicilia / toda la costa marina quedará desolada / No habrá barrio,
ciudad ni villa / que no sea saqueada y robada por los bárbaros". Y como en el
texto del citado autor se menciona, los episodios de esta terrible guerra ("La
Tercera Inundación de Sangre Humanna " en términos del profeta) son referidos
con detalle, especialmente en lo que se refiere a la fuga del Papa de Roma, en
lo cual coincide con otras profecías y las feroces batallas en Francia, que bajo
las órdenes de Chirén, el gran rey francés, derrotará finalmente a los
musulmanes, después de muchos años de guerra. |